sábado, 1 de diciembre de 2012

Llegó diciembre

La media novedad, llegó diciembre, obvio, si todos los años llega diciembre, diría un gallo concreto como yo, mal que mal es el último mes del año, de acuerdo al calendario Gregoriano que nos rige.

La llegada de diciembre tiene algunas características, la mayoría de las cuales se repite año a año; por ejemplo aparecen los pitonisos con predicciones de todo tipo, ninguna de las cuales les son cobradas al terminar el año siguiente, total ¿a quién le importa?; predicen terremotos (no muy difícil de errarle en Chile), que vendrá un artista importante (para eso basta con leer la prensa de espectáculos), que habrá una catástrofe en alguna parte del mundo,  etc, etc. Lo novedoso de este diciembre es que será el último de la historia de la humanidad porque, según los mayas, se acaba el mundo, cosa en realidad mas o menos novedosa no más, recuerdo que el 2000 también se iba a acabar..... y no se acabó na', asíque espero que este año sea lo mismo, y si se acaba, se acaba y qué.

También tiene su lado bueno, al menos por este mes la gente recuerda que debe ser buena, los niños para estar bien con el viejito pascuero y los grandes para que el banco les aguante que se sobregiren en la cuenta corriente o en la tarjeta de crédito, total, ya tendrán tiempo para pagar lo que no pueden el próximo año, las tiendas se ponen buenas con los clientes ofreciéndoles el oro y el moro con tentadoras ofertas, y vamos endeudándonos para, al año siguiente, criticarlas por los altos intereses que ellos no tuvieron en cuenta cuando les bajó la fiebre consumista y reventaron sus tarjetas comerciales. ¿Vieron? todos, de una un otra forma se ponen buenos y logran el objetivo de quedar bien con los destinatarios finales de su bondad.

Pero lo mejor que tiene diciembre es que, por una u otra razón, sea que se le dé un carácter religioso, sea que se le dé un carácter social, junta a la familia, en algunos casos además las une, pero, como sea, hace que las familias organicen una junta con sus hijos, o con sus hermanos, o con todos, para pasar una noche tranquila y de encuentro. En nuestro caso, con mi señora, estamos en esa etapa de la vida en que son ellos quienes organizan la Navidad y nosotros somos los invitados a pasarla con ellos y nuestros nietos, a veces con uno, a veces con el otro e invariablemente al otro día tratamos de juntarnos todos para la ceremonia de la apertura de los regalos.

Diciembre es un mes de nostalgia, es un mes en el que, inevitablemente, miramos hacia atrás, hasta enero al menos, para pasar revista a las cosas que nos ocurrieron, para pasar revista a las buenas y a las malas decisiones que tomamos y, de una forma u otra, nos trazamos una ruta para el año entrante, en la mayoría de los casos ese trazado no pasa de ser una expresión de deseo, de lo que nos gustaría hacer, pero nos predispone positivamente para el futuro.

En lo personal debo reconocer y agradecer que 2012 fue un buen año para mí, sin duda pasaron cosas que hubiera deseado que no pasaran, pero no estaba a mi alcance evitarlas, también hubo cosas que tampoco pude controlar, pero cuyo resultado fue muy bueno para nosotros ya que aun estoy en esta ciudad que me llamó por un período fijo, período que, gracias a ese hecho, se prolongó en el tiempo por ya mas de seis meses. Fue bueno porque me he permitido compartir un tiempo de mejor calidad con quien me ha acompañado por más de 40 años y me dió el mejor regalo que pudo darme, nuestros hijos y lo mejor de su vida. Fue bueno porque conocí mas a fondo a algunos de mis compañeros de trabajo y pude generar vínculos con empresas externas gracias a que el tiempo me ha enseñado que, como mencioné en otro blog, la actitud con que se encara  la vida necesariamente produce frutos. Entre las cosas buenas creo que puedo mencionar este blog, el que está cumpliendo el objetivo que busqué, cual es conocerme mejor por la vía de escribir las cosas que pienso de forma simple.

Bueno, les deseo que, sea cual fuere la forma en que enfrentarán este último mes del año, le peguen una miradita a lo que han hecho, le den un beso a quienes no se lo dieron, visiten a los amigos que no visitaron y tómenselo todo por si acaso los mayas tenían razón.

Chao

viernes, 30 de noviembre de 2012

El buen hablamiento

Que importante es tener un buen manejo de nuestro rico idioma o, al menos, uno razonablemente bueno para que no se convierta en indioma, los chilenos tenemos el dudoso privilegio de ser una de las naciones de habla hispana que peor habla el idioma, da envidia escuchar a peruanos, ecuatorianos, etc., de cualquier nivel social, pronunciando en forma exquisita en castellano, y nosotros.......ni ahí.
 
La verdad uno no sabe si reírse o llorar cuando lee artículos en la prensa escrita o escucha noteros - supuestamente periodistas titulados - hablar, no sólo tonteras sino hablar mal definitivamente, con un desarrollo de lo que pretenden decir que no lo entienden ni ellos mismos, se enredan, usan palabras bonitas insertadas donde no corresponden, y repiten como diez veces lo mismo alargando innecesariamente cualquier nota, aparentemente para generar la sensación de que manejan un amplísimo vocabulario y al final sólo demuestran su nula preparación.
 
Una cosa es usar términos ya incorporados a nuestro lenguaje coloquial, como "cachar", por entender; "aguaitar", por observar; "sapo", por acusete, etc, términos que, sin ser muy finos que digamos, son términos que no pueden ser usados en los medios de prensa o de comunicaciones, porque sale flaite, términos que pueden aceptarse (con reparos porque al final se pegan) en las convesaciones privadas entre pares, pero nunca en medios públicos.
 
Para qué hablar de los relatores o comentaristas deportivos, quienes manejan expresiones que se acercan mucho a lo insólito - cáchense esta: " la pelota no quiso entrar".......¿Desde cuando las pelotas toman decisiones?....... o en los noticiarios cuando dicen: "el accidente tal se produjo por culpa del pavimento resbaladizo", o sea el conductor, que no tomó ninguna medida preventiva y venía pajareando, está automáticamente eximido de toda responsabilidad porque el pavimento tuvo la culpa .....??????, mismo caso cuando culpan a la neblina, a la lluvia o a la oscuridad, esto se llama pensamiento mágico, que es una forma de pensar basada en la imaginación, los deseos o las emociones, y que genera opiniones carentes de fundamentación lógica alguna, y que, además, otorga a las cosas funcionalidades y características que no tienen pero que sirven a los fines de quien lo usa para explicar cosas que no entiende y no sabe cómo explicar.
 
Me pregunto ¿qué piiiip les enseñan a estas pobres personas en las escuelas de periodismo?. Así como un ingeniero debe, como mínimo, manejarse con las leyes básicas de la física y algunas herramientas de matemáticas, lo menos que se le puede pedir a un periodista es que maneje bien su idioma....¿o es muy tonto lo que estoy diciendo?
 
En fin, ¿tendremos que conformarnos con aceptar esto y pasar a ser uno mas de los que callan todo y no reclaman para ser políticamente correctos?, ¿estamos obligados a escuchar conversaciones como: "Shi lonyi, ¿a qué hora los viramos?, me tengo que irme al toque porque la pierna está al aguaite con los broca cochi pa que los lleve a comer completos."?
 
Al menos no cuenten conmigo, yo no soy precisamente un académico de la lengua, pero trato de hablar claro en todas mis actividades.

Nos vemos

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Hora de reflexionar

Hace mucho tiempo atrás tuve mi primera experiencia de vida, nací, experiencia de la cual no tengo recuerdo ni conciencia alguna, debe ser porque estaba muy chico; de ahí en adelante mi vida, como la de muchos, ha ido evolucionando según las circunstancias que me fue tocando vivir, primero arrastrado por las decisiones de mis padres, y luego poco a poco fui delineando mi camino conforme mis decisiones, buenas o malas, mis circunstancias, voluntarias o no hasta que llegué a la adultez (eso sólo si se cumple esa condición). ¿Por que digo eso? Porque, según yo, aun no he madurado como se espera que lo haga un ser humano normal y mantengo activo el niño que todos llevamos en nuestro interior, pero que muchos intentan esconder, sea por presión social o por cualquier recóndito motivo.

En este caminar hubo una experiencia que, seguramente, marcó mi vida porque me dio una buena razón para evadir muchos de los pasos que mis pares estaban dando en paralelo conmigo; esa experiencia fue mi operación al corazón, operación hecha en EEUU en una época en que no cualquiera viajaba y yo lo hice a través de los beneficios de la empresa donde mi viejo trabajaba. Imagínense lo importante que me sentía frente a mis amigos y compañeros quienes permanentemente me pedían que les contara esa experiencia, de lo que viví en EEUU, de los lugares que conocí, etc. (Era mucho para un provinciano medio pavo con 14 años que le ganó la batalla a la muerte por allá por los 60s)

Con mi edad actual, pasado ya las tres cuartas partes de mi existencia, de acuerdo a los datos de esperanza de vida de los chilenos, y depués de haber tenido algunos éxitos y haberme mandado un montón de embarradas, algunas de las cuales afectó a quienes más quiero, creo que es necesario dar una miradita para atrás como una catarsis en la que los actores de la obra que voy a ver son todas aquellas personas que me acompañaron en este caminar y yo mismo como actor y espectador.

Muchas personas dicen que si volvieran a vivir harían todo tal como lo hicieron antes, no sé cuanto hay de cierto en esas afirmaciones, lo que sí es cierto que yo cambiaría muchas de mis malas decisiones, quizás no en el sentido de la ruta trazada, sino más bien en la actitud con la que enfrenté cada una de las etapas vividas y veo, no sin un dejo de arrepentimiento y una sensación de vergüenza, que, si bien cometí un montón de errores, el mayor de ellos fue, probablemente, el haberme sentido en algún momento de mi vida superior a quienes me llevaron de la mano, generosamente y con amor, para evitar que tropezara con los múltiples escollos con los que me encontré y reconozco que sin esa guía nunca habría aprendido a enfrentar mis temores y dificultades, las que siempre seguirán apareciendo como fantasmas que nos acechan en los recodos del camino que falta por recorrer.

Pucha que me puse serio, pero a estas alturas de mi vida siento la necesidad de reconocer mi error y en base a eso también siento que tengo autoridad moral para aconsejar a los mas jóvenes, especialmente a quienes tienen a sus padres con ellos, a que los respeten y los disfruten por sobre todas las cosas porque, sin ellos, no sólo no habríamos existido, sino que no seríamos los hombres y mujeres de bien que somos, con errores e imperfecciones, pero agradecidos de la vida que nos tocó vivir, así como cuidar a los amigos, a esos pocos verdaderos amigos que estuvieron con nosotros en todo momento y no dejarse deslumbrar por aquellos muchos para quienes fuimos útiles para sus intereses.

Buenas noches.

Trabajólicos (as)

Me estoy tomando un respiro en la jornada, estoy por almorzar después de dos larguísimas reuniones. Almorzar en mi oficina, se podrán imaginar el olor a comida que quedará estacionado aquí, por supuesto que está todo abierto para que salga el aroma y entre el calor.

Después de esas reuniones me quedé con la misma sensación que normalmente me asalta, la verdad sea dicha, mas de los dos tercios de la bendita reunión se dieron vueltas alrededor del mismo tema, pareciera que las personas repiten y repiten como para convencerse de lo que están diciendo, lo que me hace pensar que no están muy seguros de lo que hablan, o creen que quienes los escuchamos somos medio lentos, por no decir tarados; y digo se dieron vueltas porque yo casi no meto mi cuchara cuando las cosas comienzan a girar de esa forma.

Bueno, con estas prácticas no es de extrañarse cuando leemos estadísticas que dicen que los chilenos somos los trabajadores que mas tiempo permanecemos en el trabajo - los llamados trabajólicos - cifras que completan el círculo cuando se dice que, junto con lo anterior, somos los menos productivos. Obvio, si perdemos el tiempo hablando y reuniéndonos es evidente que produciremos menos, eso hasta yo lo entiendo, pero hay un montón de personas a las que les encanta comentar que viven corriendo de una reunión en otra y que trabajan tanto, como para darse importancia digo yo, si no ¿a quién le importa lo que hacen en la pega?

OK, para no pasar a integrar las estadísticas, ahora que terminé de almorzar, cierro esta cosa y me voy a una de las mas tediosas de las tareas que diariamente realizamos, leer los correos. ¿Habrá algo mas aburrido que eso?, bueno pero no me voy a meter en el tema porque debo producir, jajaja

Adiós

martes, 27 de noviembre de 2012

¿Señalética o señalización?

No sé si soy yo el quemado o a todos les pasa lo mismo, ¿Se han fijado que basta con que a uno alguien le indique una dirección a la cual uno debe ir para que le cueste un mundo llegar?

Me explico (la verdad es necesario que lo haga porque no me entendí muy bien), la dirección que buscas es la calle Wanchanhué (un término inventado por mi hija para referirse a cualquier cosa) número XX, y comienza la odisea, primero, la calle en cuestión no tiene un letrero que indique cual es, lo que te obliga a andar poniendo cara de turista - para que no se te note la cara de despistado y que anda más perdido que la Atlántida (a pesar que dicen que la encontraron) pero para estos efectos aun no la encuentran, OK, después de preguntarle a varias personas, que para que no se les note que andan igual de perdidos te dicen que no son de ahí, logras llegar a la calle buscada, no sin antes darte cuenta que te pasaste como 5 cuadras, y por fin entras a ella y feliz, pero, siempre hay uno, comienza el segundo capítulo de este periplo - ¿qué tal la palabrita? - capítulo que corresponde a encontrar el bendito número de la casa, local o lo que sea, y esa sí que es hazaña....el número no existe, o estás pasado como no sé cuantas cuadras o no se cacha hacia donde sube y hacia donde baja la numeración. OK, asumamos que, finalmente, llegas al lugar, después de todo preguntando se llega a Roma, y aquí llega, casi inevitablemente, la pregunta: ¿te costó mucho llegar?.........ahí pierdes toda compostura y le zampas algo así como...Noooo, si me vine derechito siguiendo las flechas con tu nombre......piiiip (calificativo irreproducible).

Pero esto no se produce sólo en los nombres de calles y números de casas, también se repite en la señalización caminera, sea dentro o fuera de la ciudad donde abundan unos enormes letreros con nombres de calles o avenidas que no conoces y que sólo entienden los lugareños, por lo que no te sirven para nada cuando tratas de llegar desde un punto a otro de la ciudad o a otra ciudad; ejemplos: te vas por la circunvalación Américo Vespucio Sur y tu destino es Av. La Florida, o Departamental o Macul, obviamente buscas una salida que nombre alguna de esas calles (muy importantes en Santiago), resulta que para llegar a cualquiera de ellas debes salirte por una salida que dice Las Torres, calle secundaria que sólo conocen los que viven ahí, y te das cuenta que te pasaste cuando pasas por un enorme puente por encima de todas las anteriores....obvio que te sales en la primera salida que pillas (siempre que estés preparado y vayas por la primera pista, porque si no....que Dios te pille confesado porque ahí sí que te perdiste....y sonaste porque te metes en un enredo de Padre y Señor mío que te obliga a recurrir al ya mencionado expediente del turista desenchufado. Algo parecido ocurre en el cruce de la ruta 5 con Vespucio Norte, si quieres ir hacia el sur te meten en un puente que, oh milagro, dice Ruta 5 Sur, pero cuando llegas arriba te encuentras con un montón de autos entrando que te ocupan la pista derecha y te acercas a una salida (obviamente por tu derecha) que dice Santiago (Esa no debe ser, dices tú inteligentemente, total ya estoy en Santiago)... error, esa era la salida y, adivina, te pasaste de nuevo y se repiten las historias anteriores.

Bueno, la verdad de este posteo es para reclamar, o dejar en evidencia el hecho que las personas que deciden la señalización caminera no están pensando en facilitarle la vida a quienes buscan una ruta y que no conocen el sector, poniendo letreros que sólo entienden los que conocen la zona, por lo tanto no los necesitan. Lo mismo ocurre con los nombres de calles, inexistentes o puestos en posiciones que los hacen inubicables desde un auto en movimiento, aparte que si bajas la velocidad para tratar de encontrar uno, los conductores detrás tuyo te tapan a improperios y bocinazos, mismo que ocurre al tratar de encontrar los números que, cuando hay, son tan chicos que habría que bajarse del auto para leerlos.

Bueno, suerte con esto, un abrazo y buenas noches.


domingo, 25 de noviembre de 2012

¿Preferencial?

Hoy domingo, mientras parte de la gente estaba en su casita descansando y otra parte estaba viendo el partido de la U con la UE, me tocó, o mejor dicho, nos tocó tarde de supermercado.

Super buena hora porque no había mucha gente y uno puede caminar tranquilo por los pasillos sin tener que andar esquivando carros dejados por cualquier lado, o familias enteras, abuelita incluída, ocupándose todo el ancho (¿o el angosto?) de los pasillos a paso de caracol.

Hasta se puede encontrar estacionamiento cerca de las puertas del super, lo que es de por sí un alivio porque no tiene que caminar kilómetros para llegar al auto con el carrito que dobla para donde quiere (parece que estuvieran vivos ¿Cierto?).

Bueno, hechas las compras procedemos a las cajas, específicamente a LA caja preferencial para embarazadas, minusválidos y personas de la tercera edad, donde yo califico, caja que, obviamente está siendo usada por personas que no aplican en ninguna de las categorías mencionadas, ¿y la cajera? bien, gracias, me acerco y le pregunto cómo hago efectivo mi derecho y la respuesta fue, "termino con la señora y pasa usted", OK, pero ella no le advierte a las personas que ya estaban en la caja y debo hacerlo yo mismo; la verdad es que no es una situación cómoda y que los supermercados no han resuelto.

En fin, las personas me ceden el lugar a mi solicitud y se van a otra caja, bien por ellos, pero igual me quedé con la sensación de que esa es función del supermercado.

Una vez pagado me dirijo a una de las supervisoras para hacerle el comentario y recibo la respuesta más insólita que podía recibior: "El problema es que eso es un tema cultural y hemos hecho lo posible por solucionarlo pero sin resultados".

¿Qué tal?. Le pregunto por qué las 5 cajas rápidas sí son respetadas porque las cajeras no atienden personas con mas de 15 productos y la de la gente mayor (que somos como el 30% de los compradores) no se repeta..... me mira con cara de "no cacho" y me ofrece el libro de reclamos.....el punto es que no es un reclamo, es una recomendación para que se haga respetar las filas que ellos mismos han creado. La verdad creo que no es un problema cultural, es un problema de educación.

Bueno, es domingo y no hay para qué calentarse la cabeza y debemos aceptar que somos lo que somos y es difícil que cambiemos.

Cosas como esa me pasan a menudo porque soy de esos tipos con espìruitu de salmón y vivo nadando contra la corriente, ¿se me irá a quitar algún día la convicción de que las reglas son las reglas y mis derechos son sagrados, y me dejaré llevar por la corriente de vuelta al mar?  Creo que no, eso no va conmigo.

Buenas noches