domingo, 22 de diciembre de 2013

Espíritu navideño

La verdad es que mucho se ha hablado acerca del verdadero sentido de la Navidad, pero en lo que hay unanimidad es en el hecho que pretende recordar, o conmemorar, el nacimiento de Jesús, al menos por el mundo cristiano.
 
También se habla todos los años de que esta celebración no debe convertirse en una especie de "carrera armamentista" de regalos olvidando casi por completo al pobre Jesús, salvo en algunas casas en las que se monta un pequeño pesebre para conmemorar su humilde nacimiento, pesebre que al toque queda tapado por las rumas de paquetes conteniendo las pruebas de nuestra generosidad.
 
El hecho final es que se ha mezclado una serie de cosas en una misma fiesta (fiesta para el comercio, por cierto) hasta llegar a la situación actual en la que Santa Claus, Santa Klaus, (Nombre que se deriva de San Nicolás de Bari, obispo de Myra, de quien se cuenta, entre otras muchas cosas,  que habría regalado sus bienes a los necesitados en la época en que la peste azotó al mundo occidental)Santa (a secas) o el Viejito Pascuero, quien viviría en el Polo Norte (como si eso fuera posible)  le lleva regalos a todos los niños del mundo, los que se ponen bajo un árbol adornado con chucherías y con juegos de luces que, además, tocan una música insoportable, perdiéndose esa tradición de dejar un calcetín para que este personaje deje EL regalo, obviamente hoy por hoy no cabrían las bicicletas, los patines, las tablas, etc, perdiéndose también la costumbre de instalar en la punta de este árbol una estrella que recuerda a la estrella que habría guiado a los reyes magos hacia el lugar de tan magno nacimiento, personajes estos que habrían llevado oro, incienso y mirra a Jesús, personajes sobre los cuales no existe prueba alguna que fueran tres, ni que fueran reyes ni menos magos, pero esa creencia, que nació mucho después del establecimiento de la celebración navideña, llegó para quedarse en la mitología urbana e, incluso, muchos los representan en el pesebre acompañando al niño Dios.
 
Volviendo a la Navidad como fiesta del comercio, en esta época se produce algo así como una histeria colectiva para comprar regalos que después no se pueden pagar y que los cabros chicos los rompen de una y los grandes sólo se quedan, si se les regalan, con los celulares y jueguitos electrónicos para ejercitar, sanamente, sus dedos y desarrollar sus habilidades de motricidad fina; para qué hablar de las bicicletas, estas se ven profusamente en las calles apareciendo ejércitos de niños aprendiendo a usarlas y papás y mamás tratando de enseñarles corriendo detrás de ellos más transpirados que caballo de carretón (al menos en nuestro hemisferio donde la navidad cae en pleno verano) el día 25 y un par de fines de semana posteriores a esta fiesta y, finalmente, terminan arrumbadas en algún rincón del patio, bodega o lo que la vivienda tenga, hasta que hay que cambiarla porque al pendejo le quedó chica y está como nueva.
 
Y qué hablar del "espíritu de recogimiento" que anima a los amigos de lo ajeno, quienes no se pierden oportunidad de "recoger" cuanta cosa esté descuidada en la aglomeración que se produce en las tiendas, moles y sectores del comercio establecido y del otro, ese comercio informal que copa las veredas impidiendo caminar cómodamente en unas veredas ya saturadas de gente.
 
Lo único positivo que tiene esta ensalada rusa de celebraciones que pocos comprenden, es que se reúne la familia en torno a una mesa a disfrutar de la, quizás única en el año, cena familiar.
 
En fin, cada cual sabe cómo celebra en esta fiesta del consumismo y cada cual le dará el sentido que crea adecuado y enfrentará enero con la depresión causada por el arrepentimiento de haberse metido en gastos que tendrá que pagar durante todo el año, depresión que volverá a convertirse en euforia al año siguiente, arrastrado por la marea de compradores compulsivos, al igual que el año anterior, y volverá a prometerse que no gastará más de lo que pueda, promesa que romperá, invariablemente, conforme se acerca la fecha de marras.
 
Buenas noches y Feliz Navidad.
 
Jojojojojo (Parece que se me pegó)

jueves, 5 de diciembre de 2013

La importancia de hablar español

Hace unos días, en una página de la cual soy inscrito, se dio una discusión sobre el tema de la importancia de hablar inglés para crecer profesionalmente, obviamente no estuve de acuerdo.....¡¡¡cuando no!!!..... no sería yo si estuviera de acuerdo, o si no emitiera uno de mis ácidos comentarios....jajaja, paso a copiarlos:
 
Tema: ¿Saber inglés es realmente decisivo para crecer profesionalmente?
Comentario del autor del tema: El dominio de un segundo idioma puede ser el gran paso en la carrera profesional. Sin embargo, en muchos trabajos ni siquiera se aplica. (¿¿¿???)
 
Segundo comentario: Estoy totalmente de acuerdo ,no es lo mas importante ,pero es lo fundamentalmente importante.....(este tipo se contradice claramente, está de acuerdo con qué, ¿con que no es lo más importante, o que es fundamentalmente importante?...cricri, cricri)
 
Tercer comentario: Actually yes. It really important. (De hecho este tipo le pega poco.....se dice "it is" no "it" a secas,...... caso típico de Google translator)
 
Mi primer comentario: Es curioso como el grueso de las personas tiende a pensar en la importancia del inglés en circunstancias que, en el año 2.000, el número de hispanoparlantes superó al inglés en el mundo occidental y se estima que para el 2.030 será el segundo idioma más hablado en el mundo, detrás del chino mandarín, previéndose que para el 2.045 será el primero a nivel mundial.
¿Será que nuestra tendencia a creer que los estadounidenses son mejores que nosotros y mantenemos esa actitud de copiarles en todo?, para mí hay algo de residuos esclavistas, como será que hasta los chinos cuando hacen negocios con américa latina mandan gente que habla inglés (pésimamente por cierto) y en los contratos que hacemos con ellos (los chinos) exigimos que la documentación sea en inglés (¿?¿?¿?) en lugar de exigir que sea en español. Ergo, creo que esto es un mito que será destruido dentro del mediano plazo.
Hay algo de snobismo en esto, lamentablemente. 
 
Primera reacción: En comentario anterior expliqué por qué los pueblos tienden a estudiar inglés en vez de otros idiomas que suelen ser más complejos y toman más tiempo de aprendizaje. Sinceramente, no creo que haya nada de "snob" ni mucho menos que se trate de un complejo de inferioridad. Más bien tendemos al menor esfuerzo en un mundo globalizado donde pasar 5/6 años estudiando chino mandarín para llegar recién a un nivel intermedio, no se considera plausible ni menos aún rentable.
Coincido con Claudio en eso de que, actualmente, aprender un segundo o tercer idioma es parte de la capacitación laboral de todo profesional que desee progresar
 
Segunda reacción: Si, sumamente importante, si quieres hacerte un lugar en el mundo laboral, debes si o si saber desenvolverte en el idioma norteamericano. (Este confesó su servilismo a los norteamericanos, nótese que dijo "idioma norteamericano" no dijo inglés, como se planteó.)
 
Segundo comentario mío: Parece que no se entendió lo que dije, es un hecho que el español es un muy importante idioma, el que no valoramos como corresponde y no defendemos como nuestra lengua materna al extremo de hacer contratos, por ejemplo, con China, país que no es de habla inglesa, exigiendo que la documentación de contrato o del proyecto sea en inglés, en circunstancias que nosotros tampoco somos de habla inglesa, esto no tiene sentido ni explicación alguna ya que, entre otras cosas nos quedamos con documentos, manuales, especificaciones técnicas, etc. que la gran mayoría de las personas de la empresa, o que operarán el proyecto en su etapa de operación comercial, no hablan ni leen el inglés, ¿Puede haber algo más absurdo que eso?, entregar toda una instalación a personas que sólo hablan español, con manuales y procedimientos que no entienden, me parece hasta peligroso.

 Respetemos nuestra lengua y hagámonos respetar como pueblos, mas que mal en unos pocos años más habrá mas hispano parlantes que chino-parlantes y, por supuesto, que anglo parlantes. 

 Y mantengo mi comentario de la tendencia a copiar a los norteamericanos quienes, al venir a Chile por razones laborales no se toman siquiera la molestia de aprender español, y los tontos útiles andan haciendo el loco tratando de hablar inglés a tropiezos para complacer al gringo, al que muchos miran como seres superiores, lo siento, la prueba del esnobismo está en que, por ejemplo les hemos copiado ahora el halowin (Halloween)

 De eso trata mi comentario, eso lo he vivido de cerca muchas veces y veo como colegas son marginados por el hecho de no hablar inglés en su propio país........ridículo y patético.
No tengo nada contra los norteamericanos ni contra aprender idiomas, pero de ahí a considerarlo indispensable para crecer, como dice una figura política, .....paso.
 
Creo firmemente que la única razón que existe, hasta ahora, es que los Estados Unidos de Norteamérica constituyen el principal cliente para los países productores de algo y, como ellos tienen el sartén por el mango, sienten que son los otros, aunque sean más que ellos, los que deben adaptarse, OK, convengamos en que el que compra pone las condiciones en la mayoría de los casos, pero cuando compramos nosotros pongámonos serios y tengamos un poquito de amor propio.
 
Shame on us
So, on behalf of my fellow countrymen, I command: Starting now we are forced to speak English.
Good night

miércoles, 27 de noviembre de 2013

Contestadoras automáticas

Dentro de las cosas simples, y de las otras, que hacemos durante nuestra vida está la de hablar por teléfono. Este útil aparatito, inventado por un señor Antonio Meucci por allá por los años 1871, y que patentara el Sr. Alexander Graham Bell en 1876, sirvió desde sus comienzos para alivianarnos la vida facilitando las comunicaciones.

Las comunicaciones, entendidas entre personas, fueron mejorando en calidad y en cobertura a medida que se iba desarrollando la tecnología, alcanzando insospechados niveles de aplicación de este inicialmente modesto aparato, baste ver que lo menos que hacen hoy en día es servir como teléfono para hablar, también mandan mensajes escritos, fotografías, películas, grabaciones de diferente índole, incluso se puede trabajar con ellos a través de planillas electrónicas y qué decir de la infinidad de aplicaciones y juegos que se pueden realizar a través de ellos, yo creo que estos señores, el creador original y su plagiador jamás imaginaron en lo que se convertiría su invento.

Pero, como odio decir pero, pero es imposible no llegar a él, nunca falta el que hace un aporte para mejorar el producto y termina embarrándola, en este caso el que le puso las malditas contestadoras automáticas.

¿Han visto invento más odioso que las malditas máquinas que responden tus llamados?, la mayor parte de las veces simplemente para preguntar por un dato que una persona respondería en tres o cuatro segundos.....para muestra un botón:

Supongamos que quieres saber el saldo de tu cuenta de ahorro en alguna institución, cualquiera que esa tsea, se produce algo así como:
  • Usted se ha comunicado con la Corporación de ayuda a los viejitos necesitados, gracias por llamar.
  • Digite su RUT, si termina con una k, reemplácela por un cero, si no, simplemente póngalo
Obedientemente lo pones, perdón, lo digitas.....
  • Si necesita información de su cuenta, marque 1
  • Si necesita saber el tiempo, marque 2
  • Si necesita conocer la dirección de su sucursal marque 3
  • Si necesita saber el ´tipo de cambio de alguna moneda extranjera marque 4
Bien, marcamos 1, porque necesitamos eso.....
  • Por favor repita su RUT, si termina con una k, reemplácela por un cero, si no, simplemente póngalo
Vuelves a digitarlo, preguntándote para qué si ya lo hiciste............ 
  • Si necesita saber el saldo de su cuenta corriente marque 1
  • Si necesita saber el saldo de su cuenta de ahorro marque 2
  • Si necesita saber el saldo de su cuenta Premium marque 3
  • Si necesita saber el saldo de su cuenta de pensionado marque 4
  • Si necesita saber el saldo de su cuenta para la vivienda marque 5
OK, marcas 4
  • Si necesita saber la fecha de su próximo pago marque 1
  • Si necesita saber el monto de su pago marque 2
  • Si necesita saber en que sucursal se lo entregarán marque 3
  • Si necesita que se lo envíen a su domicilio marque 4
Esta vez, un poco irritado, marcas 4 (pensando en que trabajen estos gallos......a modo de venganza)
  • Si necesita que se lo envíen con cheque abierto al portador marque 1
  • Si prefiere que vaya en cheque cruzado marque 2
  • Si prefiere un vale a la vista marque 3
  • Si necesita pago en efectivo marque su RUT, si termina con una k, reemplácela por un cero, si no, simplemente póngalo, esto por razones de seguridad
A estas alturas el pobre teléfono esta en serio riesgo de ser destruido, pero marcas el 3
  • Si necesita un vale a la vista al portador marque 1
  • Si necesita que sea endosable marque 2
A punto de destrozar el teléfono, que dicho sea de paso no tiene la culpa, le pegas tan fuerte al número elegido, que te sale otra vez la maldita voz diciendo:
  • Opción inválida, sírvase volver al menú principal
Ni te cuento como quedó tu pobre aparato en el suelo repartido por toda la habitación, ah, me olvidaba, la voz que te saca de quicio es de una española o centroamericana.

Creo que nadie puede decir que algo parecido a esto no le ha ocurrido nunca, momento en que uno en lugar de bendecir este aparatito lo odia y maldice hasta el infinito, aparte de llevarse un mal rato como pocos en el diario vivir.

Buena suerte

domingo, 29 de septiembre de 2013

Opinólogos

Dentro de la fauna televisiva imperante en nuestro Chilito se creó, hace bastante tiempo, unos especímenes autodenominados "opinólogos", cuya misión es opinar de un cuanto hay, incluyendo temas de los cuales no tienen la menor idea. En este grupito se puede encontrat periodistas, abogados, modelos - por llamarlas de alguna forma porque no tienen la calidad ni la preparación de una modelo profesional - e invitados varios, cuyo común denominador es hablar tonteras y llenar espacio (no barato, por cierto) en la programación de los canales de televisión criolla.

Para empezar a conversar la profesión, u oficio, de opinólogo no existe, de hecho ni siquiera existe la palabra opinólogo en el diccionario de la Real Academia Española, ademàs, si existiera, el tèrmino opinólogo correspondería a aquel profesional que practica la opinología, término que tampoco existe y cuya definición sería algo como "Conjunto de conocimientos y prácticas relativas a la opinión" - esto debido a que la terminación "-logía" significa 'tratado', 'estudio', 'ciencia'.

 Ahora, lo que raya con lo increíble es el hecho que estos programas - todos los canales los tienen - son de alta sintonía lo que habla super mal de los televidentes, en su mayoría mujeres, que gastan su tiempo en estas trivialidades en lugar de dedicarlo a, por ejemplo, la lectura u otro tipo de actividad más productiva, por ejemplo, algún voluntariado, cuyos beneficios serán recibidos por muchas entidades o personas necesitadas, las que sobran en este país.

Lamentablemente se puede llegar rápidamente a la conclusión que seguiremos siendo un país de copuchentos e intrusos cuyos intereses culturales se centran en saber lo que hacen, o dejan de hacer, los "personajes" de la televisión y, específicamente, del mundo de la farándula, - según la RAE Farándula: 1.- "Profesión y ambiente de los actores" y 3.- "Despectivamente en Argentina., Cuba, El Salvador., Uuguay. y Venezuela: Mundillo de la vida nocturna formado por figuras de los negocios, el deporte, la política y el espectáculo" -  lo que echa por tierra una de las razones esgrimidas por el proyecto de ley que permitía las transmisiones de televisión digital en Chile, cito: "Los chilenos demandan una mayor calidad y diversidad en la televisión; que represente las distintas realidades del país, que informe no solamente de los temas nacionales, sino también acerca de materias regionales y locales; una televisión más enfocada en sus aspiraciones, que contribuya al desarrollo cultural y al perfeccionamiento de los derechos y libertades asociadas la expresión e información.". PLOP!! La pregunta que cae de cajón es si es esto cierto, cuya respuesta es también evidente: a los chilenos le importa un bledo la calidad de los programas, es por eso que, para ver programas de calidad, hay que recurrir a la televisión extranjera, donde se puede ver todo tipo de programa, cuyos temas pueden ser discutibles pero que se adaptan a todo tipo de gusto, pero lo que no es discutible es la calidad y prolijidad con lo que se los realiza en todo tipo de temas, sean estos científicos, culturales y de toda clase de disciplina.

Que pena por nuestra televisión, es, y seguirá siendo, de mala calidad, salvo algunos programas culturales menores, obviamente emitidos en horario no estelar (porque dejan pocas ganancias), se emiten yo diría para imtentar difundir algo de cierto nivel en calidad y contenido, en compensación por esta nueva "profesión" abrazada por los mas estúpidos, vacíos e ignorantes personajes y que está siendo una de las mas apetecidas en nuestro pobre medio televisivo, en desmedro o cero interés por la cultura y la calidad, farreámdose la oportunidad de oro que ofrece la televisión para colaborar en desasnar a nuestra gente que, lamentablemente, parece ser mayoría.

Mantengo mi opinión en el sentido que el subdesarrollo es un problema cultural, no económico, y seguiremos siendo subdesarrollados eternamente.

Nos vemos.

sábado, 27 de julio de 2013

Nunca faltan

Por dios que hace tiempo que no me sentaba frente a esta cosa a darle trabajo a las teclas, la verdad es que puedo echarle la culpa a la pega, o al tiempo, o a cualquier cosa, pero no pasaría de ser una vulgar chiva para disimular mi flojera letrística.
 
El punto, creo, estaba en que, si miro mi vida diaria, la veo tan como rutinaria que parece que no hay nada que valga la pena contar, o no hay nada que valga la pena comentar hasta que mi amiga de Conce me tiró las orejas - en sentido figurado porque fue por teléfono - porque no había escrito nada en estas páginas a las que llamé alguna vez remedo de blog.
 
Detúveme entonces a pensar y, claro, para mí puede ser rutinaria porque yo la vivo a diario, pero para otros no debe ser así y capaz que les interese saber lo que pienso sobre las vueltas de la vida, en especial porque soy un crítico de las cosas que hace la gente, sobre todo de aquellas cosas que nos predisponen negativamente aunque tratemos de estar bien y pensar positivo.
 
Al grano - como dijo el dermatólogo - le puse "Nunca faltan" a esta página porque quiero referirme a esas personas que llegan a nuestras vidas a puro desordenarnos y a tratar de cambiar nuestras rutinas, a cambiar nuestros hábitos y a pretender que las cosas sean y se hagan como a ellos se les pare la cola; eso me indigna, me indigna porque lo encuentro una falta de respeto, me indigna porque nadie tiene derecho a entrar en nuestra vida sin invitación, me indigna porque siempre me indignaron los levantados de "razga" que, sin haberle ganado a nadie, se permiten alterar todo so pretexto de su, supuestamente, "importante" cargo y pregonan sus "virtudes" a los cuatro vientos sin que nadie les haya preguntado nada y, para ponerle la guinda a la torta, demuestran una ignorancia supina frente a la pega que deben hacer y se visten con ropa ajena con el objeto de venderse frente a los dioses del olimpo.
 
Bueno, parece que es obvio que me estoy desahogando por la incómoda situación que estamos viviendo en la pega ante la llegada de un personaje de esas características, personaje que reconozco me ha descolocado a pesar de mis esfuerzos para que no me afecte, lo que estoy logrando poco a poco tratando de no enterarme de lo que hace y dejando que me entren por una oreja y me salgan por la otra todas las tonteras que el susodicho personaje se manda a diario.
 
El punto es que, de acuerdo a mi larga experiencia laboral, esos personajes nunca faltan, y por lo general aparecen cuando todo, o casi todo, marcha bien dentro de lo esperado.
 
¿Quién puede decir que no le ha tocado vivir, o está viviendo, una situación como esta?, ¿Por qué será que tienen que existir estos gaznápiros o "pasguatos", como les llama un amigo mío, y por qué será que los dioses del olimpo parecen no darse cuenta de su ineficiencia o de sus artimañas sucias para venderse?.....¿O será que sí se dan cuenta y los usan como una especie de servicio de inteligencia para enterarse de lo que ocurre en los estratos inferiores de la organización, aprovechando, justamente, su escasa inteligencia y narcisismo exacerbado? O, pensando malignamente, capaz que a los dioses les convenga tener un especimen como esos para que, en caso de una embarrada mayúscula, les sirvan como el eslabón fusible para salvar su culete.
 
En fin, como estos pasguatos parece que son necesarios para muchas cosas, entre otras para que se reconozca lo buenos que son los buenos, hay que manejarse hábilmente para no ser arrollados por sus malignos mecanismos de desprestigio, recurso típico y de uso habitual de estos sujetos, y hacer como reza el refrán de origen chino: "Siéntate en la puerta de tu casa y verás pasar el cadáver de tu enemigo", refrán que, sin ser literal, nos enseña el valor de la paciencia, valor que se ha ido perdiendo en este siglo pero que, a medida que pasan los años y nos acercamos a la puerta de salida, forma parte de ese concepto llamado sabiduría.
 
Que duerman bien y cultiven la paciencia, en especial con los que nunca faltan.
 
Un abrazo.

jueves, 2 de mayo de 2013

Todo tiempo pasado fue mejor... ¿Será cierto?

¿Esto será totalmente cierto?, ¿parcialmente cierto? o, simplemente, ¿no es cierto?
Después de haber caminado por la vida más de 65 años, y vivido una gran variedad de experiencias personales, familiares, escolares y laborales, hemos juntado una cantidad no despreciable de datos de primera fuente, datos que, por supuesto, forman parte del baúl de los recuerdos, baúl que debe tener algunos compartimientos o dobles fondos donde guardar aquellos recuerdos que nos negamos a revisar, sea porque nos causan sentimientos encontrados, sea por cobardía para no reconocer la enorme cantidad de errores que hemos ido acumulando en nuestro caminar, pero como sea es el archivo que nos permite comparar los tiempos que nos ha tocado vivir, ordenado cronológicamente.

Quizás el análisis que uno hace de esas diferentes etapas y tiempos puede no ser justo debido a que, a medida que corría el calendario, se sucedían acontecimientos alrededor nuestro que íbamos mirando con diferentes ojos, lo que no nos da una perspectiva muy objetiva que digamos, a menos que encontremos la forma de homologar esas grabaciones en nuestro disco duro (el baúl del cual hice referencia mas arriba); diferentes ojos porque a medida que crecíamos y, supuestamente, madurábamos, fuimos pasando de nuestra niñez a nuestra adolescencia, de nuestra adolescencia a nuestra juventud, de nuestra juventud a nuestra adultez para, finalmente, adquirir madurez y sabiduría en nuestra última etapa de adulto mayor, para no decir esas palabras que tan poco nos gustan que son la vejez o la ancianidad; quizás no las queremos decir porque están relacionadas con la natural decadencia de nuestros cuerpos y los cortocircuitos que nuestro cerebro comienza a generar, causándonos mas de un bochorno.

Junto con nosotros fue cambiando nuestro entorno, los avances tecnológicos fueron evidentes, recuerdo el cine en blanco y negro, luego el color, el cinerama, etc...hasta llegar al cine digital en 3D, misma cosa con los autos, los que se fueron achicando y cambiando de la tecnología de los carburadores, de los platinos al encendido electrónico a los inyectores y finalmente a los autos computarizados que, incluso, estacionan solos; en las comunicaciones, pasamos desde los teléfonos a magneto que se comunicaban por líneas físicas que llevaban una llamada por hilo, para llegar a la tecnología de la fibra óptica, a través de la cual se pueden llevar miles de llamadas en un solo pelito de fibra, por último para no llenarnos de cosas, sólo mencionar que estudiamos ingeniería con regla de cálculo dibujando planos con tinta china en papel diamante, hasta llegar a verdaderos computadores de bolsillo y poderosas herramientas de dibujo computacionales como el AutoCad.
 
Hay tanto para contar que podríamos estar horas recordando como vimos cambiar el mundo y creo que tuvimos la suerte de asombrarnos casi permanentemente por los avances de la ciencia y la técnica, los que, supuestamente, mejorarían nuestra calidad de vida y desarrollo gracias a, entre otras muchas cosas, la globalización que achicó el mundo con los medios de transporte y las comunicaciones de modo tal que todos podemos conocer en directo lo que pasa en cualquier parte de la tierra y, por que no mencionarlo, del universo conocido.
 
Se dice que la frase original fue: “Cualquier tiempo pasado fue mejor”, su autor fue el político, militar y escritor español Jorge Manrique quien incluyó tales palabras en coplas sobre la muerte de su padre (según San Google), pero la pregunta es si eso es o no correcto, creo personalmente que esto depende del punto de vista desde el cual se mire el pasado y las circunstancias que nos rodearon individualmente, por lo mismo depende de a que etapa de nuestra vida nos referimos y contra que etapa pretendemos compararla y, si consideramos que tenemos la tendencia natural a bloquear lo malo y exagerar lo bueno, podemos llegar a una conclusión más o menos válida y es que esta frase no tiene aplicación a todas las personas ni a toda circunstancia por la subjetividad del análisis que cada cual hace de su realidad y de sus recuerdos; quizás se puede usar, además, para criticar la dirección que el mundo está tomando desde el punto de vista de los valores con los que fuimos formados, valores que claramente han cambiado, valores que pueden ser menos exigentes o mas liberales en todo sentido, de acuerdo a nuestro particular enfoque de la vida y de la forma como han cambiado las costumbres en el seno de la familia, en el círculo en el que nos movemos y en la parte del mundo en la que nos tocó, o elegimos, vivir.
 
Entonces, ¿el pasado fue mejor o peor?, no hay respuesta universal, lo que sí podemos afirmar es que tenemos mejores y más útiles cosas materiales, tenemos electrodomésticos, vivimos en mejores casas, nos movemos en mejores vehículos, pero, como siempre hay un pero, vivimos encerrados para sentirnos protegidos, nos desplazamos mas lento por los problemas de atochamiento y colapso de las ciudades, respiramos cada día peor aire, salimos menos de vacaciones, etc, etc, etc. Sin necesidad de entrar en el análisis fino de cada cosa buena y de cada cosa mala o no tan buena, sí podríamos esbozar una tímida conclusión: "Algún tiempo pasado fue mejor, pero no mucho mejor", y zanjamos el tema.

Nos vemos.

lunes, 1 de abril de 2013

Turismo a la chilena

La frase "a la chilena", ubicada como calificativo después de casi cualquier cosa nos evoca, siempre o casi siempre, algo hecho al lote, en forma desprolija y sin cuidado alguno, tanto en la forma de realizar la cosa como en su calidad.

Lo anterior es especialmente válido cuando nos referimos a los servicios que se entrega al visitante o turista, sea este nacional o extranjero.

Nunca he entendido por qué se le llama picada a unos locales donde se come bien, eso no se puede negar, o mas o menos bien, pero, inevitablemente nos encontramos con locales mal presentados, de mala o pésima calidad, atendidos por personas que por mas que traten, cuando tratan, no tienen la menor idea de como atender clientes.

Para que hablar de los lugares turísticos, para muestra un par de botones:
Este fin de semana decidimos salir a conocer los bellos paisajes de nuestra zona sur, a la que bellezas naturales no le falta, y partimos hacia lugares como Los ojos del Caburgua, los saltos del Palguin, La China y El León, bueno el primero no tiene señalización oficial, sólo un letrero de madera que ves por casualidad, nunca supimos donde estaba el Palguin y los otros dos tampoco tienen una señalización oficial, pero se encuentran. A todos ellos se llega por carretera pavimentada, mejor dicho carretera de acercamiento pavimentada, porque al final tienes que acceder por caminos de tierra y hoyos en pésimas condiciones (los hoyos no están malos, son perfectos y abundantes, es el camino el malo), y no son tramos cortos sino de varios kilómetros en la mayoría de los casos, para rematar caminando los último metros; lo mismo sucede con los famosos saltos del Huilo Huilo donde, además, hay unas escaleras de infarto para llegar a ver todo el lugar, o conformarte con ver sólo el primer salto desde un mirador no muy bien ubicado que digamos.

Todo lo anterior imposible de visitar por personas con el mas mínimo impedimento físico, vimos llegar personas mayores con bastones, quienes no pudieron, después del medio viaje, ver las atracciones turísticas.

En todos los casos anteriores, por el hecho de estar a kilómetros de un lugar civilizado, hay locales para comer o tomarse alguna cosita, locales mal llamados Restaurant con toda pompa, los que, con cuea, dan para cocinerías o fuente de soda (antes se llamaban así), locales que en un sábado o domingo de un fin de semana largo estaban cerrados, ¿Se podrá entender esto?. En todos los lugares que indiqué pasaba lo mismo y estaban abarrotados de visitantes, chilenos y argentinos de preferencia. Pa peor, en los saltos del Huilo Huilo (el mas lejano e inaccesible de todos) existe una hermosa cafetería ............... totalmente cerrada (menos mal que se me había ocurrido llevar sanguchitos por si las moscas).
Pero en lo que sí somos ágiles es en las boleterías para cobrar entre una y media y dos lucas por persona para tener derecho a mirar, en ellas siempre había gente, ahí si que somos como mandados a hacer y atentos que te lo encargo.

Ah, otra cosa, todas las oficinas de informaciones turísticas de las municipalidades, ubicadas en lugares destacados de la ciudad que sea, estaban cerradas, ¿Que tal?, y después nos quejamos.

Aquí realmente hace falta que se entienda la industria que nos estamos perdiendo, nuestro país es bellísimo pero parece que no lo sabemos y entregamos el peor de los servicios turísticos; creo que debiéramos partir por exigir a esos concesionarios o dueños de los terrenos donde se encuentran las atracciones naturales, que se preocupen de proporcionar a los visitantes baños y lugares de expendio de alimentos o bebidas adecuados y, si no lo hacen, simplemente se les expropia y se entrega a quien se comprometa a dar el servicio en forma adecuada.

Otra cosa sobre la que se debiera reglamentar es en la categorización de los locales de venta de alimentos, no puede ser que una ruca picante y maloliente se llame pomposamente restaurant (palabra que por cierto no existe en castellano) y se haga como en los hoteles, que parten como residencial, luego hostería u hostal para, finalmente llamarse hotel desde una a cinco estrellas, de acuerdo al tipo y calidad de sus instalaciones; en el caso de la venta de comida estos debieran llamarse cocinerías (o figón si quieren un nombre mas pituco) pasando a restaurante de acuerdo a las características y calidad de sus instalaciones, tal vez copiando el sistema de las estrellas para diferenciar unos de otros, lo que se puede hacer a través de diferentes categorías de las patentes municipales, lo que debe estar a la vista del visitante, así uno sabe donde entrar de acuerdo a lo que quiere encontrar.

La verdad es que hay muchísimo camino que recorrer para llamarnos país turístico, a pesar de tener todo lo que se requiere porque en eso la naturaleza no se quedó corta con nosotros.

Aquí tiene harto que hacer el Sernatur, servicio que no funciona muy bien que digamos, imagínense que las únicas guías turísticas y mapas camineros que existen los edita y distribuye Copec a través de sus estaciones de servicio, en cambio las agencias de turismo entregan, cuando tienen, trípticos y folletos que de poco o nada sirven para informarse a fondo sobre lo que se puede visitar, no olvidemos que nuestros visitantes, y nosotros mismos, en su mayoría se mueven, o nos movemos, solos y sólo muy pocos lo hacen a través de las agencias, lo que es mas entretenido y mas barato, obviamente, aparte que le da un sabor a aventura mayor que el andar en un bus con un montón de gente que no conoces.

Ojalá algún día se arregle esto y terminamos conformándonos con otra frase de la cual debiéramos avergonzarnos: "Total, estamos en Chile", como si esa fuera una buena razón.

Nos vemos en algún momento y en alguna picá, total así es chilito, amén.

sábado, 23 de marzo de 2013

Conductores

Aprendí a manejar como a los 12 años, me enseñó mi viejo, primero llevando la dirección y luego, en lugares apartados, como el aeropuerto de Barriles, en Tocopilla, nos fue enseñando a hacer los cambios y mover la camioneta que tenía asignada.
Creo que fue una buena escuela, mi viejo nunca tuvo un accidente en toda su vida - al menos que yo sepa - y creo que lo principal que nos dejó fueron buenos hábitos de conducción.
¿Por qué destaco eso?, lo destaco porque cualquier persona, aunque tenga un CI mas bien bajito, pero con una coordinación motriz normal, puede "manejar" un vehículo motorizado, pero no cualquiera, mejor dicho re pocos, tienen buenos hábitos en la conducción.
En este chilito sub-desarrollado, en los últiomos 30 años nació una nueva clase "social", nace la primera generación con auto en las categorías C1, C2 C3 y demases, nace una generación cuyo máximo anhelo era tener auto, Pinochet creó las condiciones para importar unas porquerías baratas que permitieron que cualquiera pudiera acceder al autito soñado.......y quedó la cagá, como dice el ordinario del Yercopuchento.....aparte del colapso de todas las calles de Chile por exceso de vehículos.
El auto se convirtió en un arma en manos de un mono, de esos monos que abundan en las calles haciendo cuanta estupidez uno pudiera imaginar; exiten los "izquierdistas", esos tipos que creen que pueden viajar a la velocidad que quieran, por la pista que les dé la gana, preferentemente por la izquierda, entorpeciendo el tránsito igual que las viejas en el supermercado con los carritos, estos abundan en las carreteras donde, además, se agrega el peligro que significa hacer idioteces en pistas donde hay vehículos que se desplazan a velocidades sobre los 100 Km/h; existen los "esquiadores", esos pelotudos que viven haciendo slalom por las calles, metiéndose entre los autos como si estuvieran en una gymcana, en esta categoría califican, principalmente, los motoqueros; y existen las "Miss Daisy" (se acuerdan de la película?), unas viejas cacatúas que manejan como si fueran a comerse el volante tratando de ver para afuera, a velocidades empelotantes, y lo peor es que uno se las encuentra cuando mas apurado anda.
Y que decir de la fauna citadina, donde reinan los peores conductores, quizás no por sus habilidades para manejar, sino por lo estrelleros y que se sienten (y lo sienten en serio) los dueños de las calles porque, según me lo han dicho elos mismos, ellos trabajan en la calle, por lo tanto tienen mas derechos que los particulares .... ¿Qué tal?, dentro de esta categoría de animales del volante están los micreros, los taxistas y, los peores: los colectiveros, fauna que ha surgido como callampas en todas las ciudades de Chile, donde hacen las mismas cagadas y viven echandole encima sus cacharros a todo el mundo para ganarle los pasajeros al colectivo que va delante de ellos (eso se lo aprendieron a los choferes de micro).
Además de todo esto, se ha desarrollado una cultura de la agresión, la ley del mas fuerte o del mas choro, para muestra un botón, si quieres cambiarte de pista, sea para prepararte para salir de una calle o avenida, o sea para realizar un viraje, basta con que enciendas el señalizador de virajes (intermitente para los legos) para que el estúpido que va por la pista que quieres ocupar, pero varios metros detrás tuyo, acelere y te impida hacerlo, sólo para demostrar que es mas choro que tú; también se ha definido la "ene-putésima de segundo", que es el tiempo que transcurre desde que te ponen la luz verde hasta que el weón de atrás te toca la bocina, y ay de tí si se te para el auto, ahí te comen vivo a bocinazos, insultos, garabatos etc., sin olvidar la correspondiente "arañita invertida", parte del "lenguaje de señas de los choferes", en el que encuentras el dedo del medio, el antebrazo "cortado", todos con equivalentes en el amplio repertorio de garabatos que se usa habitualmente entre conductores.
En fin, después de haber conducido ya casi 50 años, sin accidentes, he llegado a la conclusión que esto no tiene remedio y si no quieres ser parte de las estadísticas de heridos o muertos en un accidente hay que aplicar la máxima que dice: "La preferencia la tiene el wn que cree tenerla", para eso basta con dejar que los pelotudos hagan lo que quieran y no te compliques en disputarle tus derechos, de esa forma vivirás más años y con menos canas.
Cúidense.

viernes, 18 de enero de 2013

Los nombres

Hoy reflexioné acerca de la utilidad de llamarse como nos llamamos, el primer problema con el que me encontré fue, precisamente, en eso.....en como nos llamamos, mejor debí decir cómo NOS llaman, y de ahí surge mi confusión.

Me explico, a una persona (o a varias, en realidad) las bautizan con un determinado nombre propio - segundo problema, porque de propio no tiene nada, ya que cualquier nombre que nos pongan no es nuestro, es de un montón de gente, o sea, no es propio de nosotros. OK, asumamos entonces que no es nuestro, pero se le llama nombre de pila, o sea, ¿Lo eligieron desde una pila de nombres?, capaz que sí y, en la mayoría de los casos sale de algún antepasado nuestro, o de un artista admirado por nuestros padres, etc. de ahí que algunos pobres tipos se llaman Elvis González, o John Soto o, últimamente Brayan (por Bryan), podríamos estar páginas y páginas dando ejemplos de lo ridículo que nos hacen ver nuestros padres que no asumen sus raíces autóctonas poniéndonos nombres gringos. (Menos mal que los míos fueron más piolita con nuestros nombres).

Pero, con todo esto, ¿para donde voy?, voy a preguntarme: ¿Pa qué cresta nos ponen un nombre, bonito o feo, pero nombre al fin, si después nunca más lo usan? ¿Para qué bautizamos María Alejandra a una hija si le decimos Ale?, ¿O José a un Pepe, o María Eugenia a una Quena, o Angélica a una Keka?, ¿Es que no nos gusta el nombre que les ponemos que comenzamos desde el principio a ocultárselo y final mente la personita se demora años en saber cómo se llama porque en sus primeros años le dijeron desde gordito hasta flaco, o pelao, o Chuqui, o cualquier cosa menos su nombre. La mejor prueba de esto fue una oportunidad en que mi nieta llegó del kinder contando atropelladamente que una amiguita tenía un abuelo que también se llamaba Tata, fue muy tierno y muy cómico a la vez.

Como podemos ver, nos esforzamos permanentemente en llamar a las personas con nombres diferentes al "propio". También está la situación de pareja, entre ellos viven cambiándose el trato, desde gordi, chanchi, gatita, etc al principio de la relación, y cuando se consolida pasamos a ser "gordo" (independientemente de la figura), perrito, amor, papá (seamos o no padres), etc; hasta que pasamos a la condición de adulto mayor, época en que pasamos a llamarnos "viejo" , "viejito" o simplemente cariño.

Eso sin contar los apodos, ¿Quien no tiene uno?, creo que nadie se salva y hay algunos realmente ingeniosos y otros típicos como Cogote de almeja, o Palito en el poto (así le decían a un tipo que caminaba con las piernas juntas y echando el traste para adelante, era muy cómico), o el Huevo de diuca (ese era un colega de pega en el norte, tenía cara redonda y llena de pecas), o el Cintura de gallina (pueden imaginar su perfil abdominal), etc.

Después de todo esto vuelvo a la pregunta inicial: ¿para qué cresta nos ponen un nombre si nunca nadie lo usa?.

Buenas noches

"Tata Mundo"
PS:
Así me llama el más chico de mis nietos

domingo, 13 de enero de 2013

Las cosas que me hacen reir

La verdad es que no soy un tipo de risa fácil, por ejemplo me cargan los "humoristas" que basan su trabajo en los defectos de los demás, me cargan los que buscan el apoyo del público pasando por pobres personas llenas de problemas tratando de inspirar lástima, me cargan los que se exceden en el uso de palabrotas y situaciones de índole sexual. Yo no soy precisamente mojigato, pero esas cosas me producen incomodidad, quizás soy chapado a la antigua, pero prefiero eso a tener que soportar a estos mercaderes de la grosería y de la desgracia ajena sin ningún tipo de respeto por nadie ni por nada.

El tipo de humor que me gusta, y a veces me hace reír, es ese humor  de las series o películas gringas, ese humor liviano basado en las tonteras más ínfimas que se producen a diario, el humor directo y, especialmente, el sarcasmo como herramienta indirecta, escondida en una simple respuesta a una pregunta tonta, o en una escena cualquiera se muestra en un segundo o tercer plano, por ejemplo, a un tipo en bicicleta que se cae a un hoyo, sin tener na que ver con la escena que se está viendo. De repente me cuento chistes a mí mismo - bueno le llamo chistes a situaciones que observo, o que escucho a diario y que espontáneamente recuerdo en los momentos más insólitos, y muchas veces menos adecuados - a través de imaginar las respuestas a preguntas que ni siquiera se me formulan a mí.

Aprendí a reír con humoristas de fuste como Jorge Romero "Firulete", como Verdaguer, como el Bigote Arrocet, como "Coco Legrand todos ellos dedicaron su vida al humor de diferente tipo sin usar un solo garabato, y, si lo usaron, fue con estilo y sin grosería.

Bueno, esto es parte de mi personalidad tribilinesca, del niño que dije no haber soltado, del adulto que nunca maduró, y creo que en esto también influye, y mucho, esa especie de deformación profesional que me hace ser excesivamente analítico y concreto - casi nerd - y algo de la sangre alemana que corre por mis venas.

En mi familia soy conocido por los chistes fomes y por las respuestas concretas, cuando alguien, por pedirme el número de mi teléfono me dice: ¿me das tu teléfono?..... invariablemente respondo: no puedo, lo ocupo..... En fin, así soy yo y no quiero cambiar pues me divierto mucho riéndome de mis propias ocurrencias fomes y que no dañan a nadie.

Buenas noches.....y no me pidan que les cuente algún chiste.

sábado, 12 de enero de 2013

Igualdades

Pucha que es frecuente escuchar a la gente decir que somos iguales en todo, los homosexuales son iguales, los discapacitados son iguales, las personas con problemas mentales son iguales, los pueblos originarios son iguales, todos iguales sin importar raza, religión, tendencia sexual, o condición física. El punto que, parece se pretende establecer es que no existe diferencias entre las personas, convengo en ello sólo desde el punto de vista de los derechos y las obligaciones, pero de ahí a pretender que un homosexual es igual a un hetero, o que un discapacitado es igual a una persona con todas sus partes funcionando, es desconocer las diferencias, diferencias reales que debemos considerar a la hora de tomar decisiones que afectan, o pudieran afectar, la vida de unos y otros; y lo peor de todo es que se pretende que nos compremos el cuento que las anormalidades sean consideradas normales. ¿Cómo cresta voy a aceptar que una persona sin brazos es normal, que un niño Down es normal, que un homosexual es normal, si, OBVIAMENTE, no lo son?
Los discursos de moda tienden a la teoría de estar bien con Dios y con el diablo, así parecemos más modernos, parecemos mas globalizados, parecemos más "de mentes abiertas" - yo le llamaría dementes abiertos - pero la verdad es que a nadie le gustaría tener un hijo homosexual, o un hijo con síndrome de Down, o que un hijo, o él mismo, quede inválido por un accidente, otra cosa es que uno no tiene más remedio que adaptarse y aceptar lo que le tocó vivir, porque somos seres humanos, y en eso sí somos, o debiéramos ser, iguales, porque tenemos la capacidad de sentir, porque podemos pensar y analizar las situaciones que enfrentamos y en base a nuestras convicciones y al sentido que le damos a las diferentes situaciones, tomamos el camino que nos permite asumir la realidad, o simplemente rechazarla y negarla.
Pero anda a decir que no estás de acuerdo con esas posturas actuales, para mí la mayoría mas falsas que un billete de luca y media, porque te miran con cara de "momio vaca y recalcitrante" y tienes que esconder tus verdaderos y legítimos sentimientos, o tus reales opiniones respecto del tema porque es mejor, porque es más fácil, porque es mejor visto o, definitivamente, para ser aceptado en la sociedad, una sociedad de por sí enferma, de por sí discapacitada, de por sí anormal.
Una cosa es echar abajo los tabúes y aceptar las cosas como son y convivir en paz con ellas, pero otra muy diferente es desconocer el hecho cierto de que somos diferentes, de que esas diferencias no tienen por qué afectarnos negativamente, que esas diferencias no deben significar menoscabo para nadie pero, para que eso ocurra, debemos partir por aceptarlas porque, a partir de ahí, podremos definir los temas en los que se debe apoyar a las personas que son diferentes de manera de hacer que sus derechos sean respetados convirtiendo en obligación de las personas normales el respeto de esos derechos, derechos que tradicionalmente les han sido negados.
Lo paradójico es que, indirectamente las personas han reaccionado reconociendo los unos y los otros que, por ejemplo, un discapacitado físicamente es diferente al resto y merece un trato diferente para igualar sus derechos, si así no fuera no existirían los estacionamientos para discapacitados ni las ramplas para acceder a niveles altos donde hay escaleras, con estos simples hechos estamos reconociendo los normales que existen personas discapacitadas y que somos nosotros los llamados a tomar acción para permitirles una mayor integración al egoísta mundo de los "normales", también los discapacitados han aceptado que lo son al exigir, cada vez con más fuerza, que se les provea de los medios para esta integración. ¿Vieron que las diferencias existen y que los propios actores así lo reconocen?, por lo tanto me declaro diferente y dispuesto a colaborar en aquello que resuelva las dificultades de quienes lo son y, desde ya, acepto que, en caso que pase a integrar la minoría diferente, se me trate como tal sin que se me discrimine, pero con tal que se respete mi diferencia.
Buen fin de semana.