lunes, 12 de enero de 2015

Tengo plazo

OK, finalmente me dieron plazo de vencimiento, 2 años para librarlos de mi presencia o me opero.

Suena trágico pero no lo es tanto. Resulta que mi insuficiencia cardíaca, traducida en una estenosis aórtica severa, ha llegado al punto en que no está dispuesta a seguirme manteniendo con vida, se enojó la válvula aórtica porque está pal gato y, con suerte, durará 2 años más, así de claro.

Lo bueno, o menos malo, de esto es que hay repuestos para estas válvulas y un buen grupo de cirujanos (o un grupo de buenos cirujanos), en una operación a corazón abierto, me la cambian en un santiamén. ¿Tendrá algo que ver esto cuando la gente te pide que abras tu corazón y te sensibilices respecto de un sinfín de situaciones, todas emocionales o que implican sentimientos? Na que ver poh, esto es la realidad pura y llana, simplemente te corren cuchillo en el pecho, te parten el esternón y te desconectan la aorta, te sacan la válvula mala y te cosen una nueva; después te reparan todos los tajos que te hicieron y listo el mote .................... siempre y cuando el corazón tenga la gentileza de partir de nuevo ya que lo tuvieron detenido harto rato mientras te cambiaban el repuesto.

¿Y si el caballero no arranca?, chuuuu, en ese caso me imagino que estos señores sabrán qué hacer, capaz que hagan eso que sale en las series americanas que le meten un tremendo golpe eléctrico con un desfibrilador para resolver el tema, o si no resulta supongo que la cosa se resuelve vía marcapasos, y si nada funciona piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii.

Bueno, pero yo he sido premiado con el beneficio de la vida antes y no veo por qué ahora será diferente así es que...... vamos que se puede.

Aparte que no tengo ninguna intención de irme ahora, aún tengo cosas que hacer y que entregar y no me gusta dejar temas pendientes.

En fin, la cosa es como es y no hay nada que hacer más que enfrentar el mal tiempo con buena cara (que en mi caso es difícil, basta ver una foto, jeje) y resolver antes de que sea demasiado tarde.

Le deseo éxito a los médicos que harán esto, y suerte a mí para recuperarme rápido.

Nos vemos, si Dios quiere y el diablo se hace el sordo.