sábado, 11 de abril de 2015

Angeles

Los ángeles se supone que son unos seres celestiales enviados por Dios a la tierra para realizar una que otra peguita, el más famoso, que yo sepa, fue quien le anunció a María, la madre de Cristo, que estaba embarazada a pesar de que ella era aun virgen.
Más allá de ese acontecimiento, ha surgido una variedad de figuras que representarían a un ángel: bebés con alas y con pañales, hombres también alados y vestidos con una túnica siempre blanca pero, curiosamente, siempre son de sexo masculino, ¿Será que no hay mujeres en esa categoría?, ¿o es simplemente machismo de quien los inventó?
Digo los inventó porque no existe constancia alguna de la existencia de estos seres alados, además las alas que les ponen no tienen un tamaño suficiente para crear sustentación dado que el cuerpo de su dueño es muy pesado para esas alas, además, si son seres celestiales, ¿para qué necesitan alas, no bastará con que floten en el aire como si levitaran?
Aparte que ningún controlador de tráfico aéreo los ha detectado en sus radares, o si no los yanquis los echarían abajo por violar el espacio aéreo sin permiso.
Es mucho para mí y no pienso echarles el avión abajo a quienes creen en ese tipo de ángel.
Pero desde mi operación reciente, en la que estuve a las puertas de mandarme a cambiar de este mundo, descubrí que los ángeles sí existen, no visten túnicas ni tienen alas, son seres humanos como cualquiera de nosotros y están más cerca nuestra de lo que imaginamos.
Este ejército de ángeles son tu familia y todas aquellas personas que se preocupan de verdad por lo que te pase y, con sus oraciones, en caso de los creyentes, y con sus buenos deseos, para los no creyentes, crean una fuerza tal que trasciende distancias y cualquier obstáculo, hasta llegar a la esencia de tu ser sirviéndote de aliciente para luchar por tu vida y salir victorioso y, si así no fuera y no logras ganar la batalla, esa misma energía positiva te permitirá descansar en paz eternamente.
En mi caso en particular descubrí en mi señora el ángel que vive en ella y en mis hijos los angelitos que la apoyaron a ella y a mí en los momentos más complicados.
Ellos dejaron todo de lado para concentrarse en su trabajo de ángeles, sacrificando horas de sueño, de trabajo y de su propia vida familiar para estar conmigo, cosa que nunca terminaré de agradecer.
Hay otro grupo de ángeles que han dedicado su vida a apoyar a todos quienes hemos pasado por momentos difíciles en salud, me refiero a las enfermeras, auxiliares de enfermería y todo el equipo de profesionales que ponen todos sus conocimientos, experiencia y cariño para hacer posible nuestra recuperación.
A partir de ahora me declaro oficialmente creyente en los ángeles de verdad, esos ángeles que nos dan la energía que nos permite soportar los malos momentos y disfrutar de los buenos.
Hasta pronto queridos ángeles.